Una tristeza, un dolor, un miedo, no son un problema son la expresión de una parte de ti que has dejado de cuidar, que has dejado de cultivar y que necesita de ti, de tu presencia.
Vamos a visitar de nuevo ese jardín, vamos a limpiarlo, a cuidarlo y podarlo, vamos a quitarle las hojas secas y a sembrarle nuevos pensamientos, grandes, fuertes y hermosos, que den frutos maduros y llenos de vida. Vamos a hacer de nuestro jardín un lugar sagrado, un lugar lleno de paz que nos nutra cada vez que lo necesitemos y nos recuerde lo que somos para compartirlo con otros: Belleza